Tienes ojos del más azul de los cielos como si pensaran en la lluvia. Odio mirar en esos ojos y ver un poquito de dolor. Su cabello me recuerda a un lugar cálido y seguro en donde, como un niño me escondería y rezaría porque el trueno y la lluvia pasaran mansamente sobre mí.
Dulce niña mía, dulce amor mío ¿A dónde vamos, a donde vamos ahora? ¿A dónde vamos dulce niña mía?
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