Podrás preguntarte por qué tanto miedo. Y yo podría contestarte: porque sos vos. Porque en cada historia de amor que he tenido en mi corta vida, han habido finales. Algunos finales no muy buenos, otros… No tanto.
El problema está en que no quisiera perderte, no quisiera volver sentir la agonía de necesitar a alguien sabiendo que las cosas ya no van, no poder respirar por más bocanada de aire que quiera tragar y sentir mi corazón lejos del cuerpo. Lo he pasado ya, pero ese no es el problema, el problema sería que lo sentiría por vos y nunca antes tuve tanto miedo de que algo termine sin siquiera haya comenzado todavía. Porque nunca en mi vida he conocido a alguien que al mirarme y hablarme, me haga sentir así de segura, confiada y me haga querer hacer las cosas bien. Amigos, compañeros, amantes, lo que sea que hayamos sido alguna vez en toda nuestra historia… Nunca me arrepentí de conocerte. NUNCA. Y a pesar de todas las circunstancias que hemos pasado, poco a poco aprendí a quererte, a dejarte entrar en mi vida y en mi corazón por mas obstáculo que le haya puesto.
Sos vos y yo (a nuestro modo, así tan raro y chispeante). Siempre lo fuimos, pase el tiempo que pase. Estemos con quien estemos. Nadie ni nada nos quito lo que somos juntos, lo que causamos en el otro, esa química que nota cualquier persona que pase cerca nuestro. Entonces… después de todo, odiaría saber que a pesar de eso, terminemos siendo nosotros mismos; cualquiera de los dos el que lo arruine.
Me odiaría a mí misma al dejar que llegue el día en el que todo eso desaparezca. Que vos desaparezcas. Que NOSOTROS desaparezcamos.
Rocilda.Z.
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