Para el resto de tu vida, no habría distancias, ni silencios prolongados, ni soledades, ni desconsuelos, ni metas imposibles de alcanzar, ni sueños no realizados, ni tristezas, ni caídas, ni abismos. Lo que yo te ofrezco es mi amor por entero, mi vida, mi alma, mis emociones, mis cinco sentidos, todo lo que soy, lo que fui y lo que deseo ser a tu lado; mi cariño, mi ternura, mi pasión desbordada por tu cuerpo que hace que se encienda mi sangre continuamente. Para el resto de tu día estaría presente en ti, como lo que tú quieras. Lo único que no aceptaré es ser únicamente un recuerdo.
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