Voy a extrañar esa plataforma de la estación de tren en donde mama dice que todos aprendimos a caminar. Voy a extrañar ese vaso se Seven Up que solían ponernos en la mesita de luz al lado de la cama, por si en medio de la noche teníamos sed y así no tener que levantarnos en medio de la noche. Esos desayunos en la cama. La bandeja asignada para cada uno de nosotros 4 para que no nos peleáramos. Esa vieja hamaca, en la que solían columpiarnos, pero no tan alto por miedo a que nos cayéramos.
Voy a extrañar llegar, y luego de saludar ir corriendo hacia ese cofre en donde tenían todos sus caramelos que compraban antes de que viniéramos nosotros, para que lo vaciáramos en 5 minutos.
La mayonesa casera, que me dejen comer grisines con mayonesa sabiendo que mis padres me lo tenían prohibido. Las rodhesias, los juegos que nos armaban en el patio para mantenernos entretenidos.
También están las famosas noches de tómbola... Ninguno perdía nunca. Todos ganábamos siempre, porque sino terminábamos tirándonos con los porotos que usábamos para jugar.
Voy a extrañarlos a ustedes, porque aunque por más increíble que parezca, estos 20 años pasaron volando, pero hicieron que cada uno de ellos fueran maravillosos junto a su hijo: mi padre, y mi madre.
Van a estar siempre, siempre, siempre en mi corazón. Y soy feliz sabiendo que al fin, ambos están en paz, porque están juntos.
Rocilda.Z.
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