Mientras intentaba dormir y organizar un poco todos los pensamientos que me mareaban, como si estuviese en el centro de una autopista llena de autos que iban y venían, lo supe: Te extrañaba, como hacía tiempo no lo hacía.
Entonces decidí hacer algo tan tonto como inteligente (y creo que solo vos vas a encontrarle sentido). Agarre la almohada y la puse en donde van los pies y me acosté al revés de la cama. Y te extrañe, aproveche esa oportunidad para extrañarte como nunca, recordar los viejos momentos, las largas charlas que tuvimos y las peleas infinitas que existieron, pero esta vez las mire y analice desde un lugar cómico, como si estuviese riéndome de nosotros.
Decidí no hacerme problema, callarme, sin necesidad de hacértelo saber, y te extrañe para que eso me sirviera para dejarte ir y poder dormir tranquila sabiendo que nada de lo que hice, sentí o pensé en todo lo vivido fue un tiempo perdido.
Rocio Zabala
No hay comentarios:
Publicar un comentario