Siempre fui una de
esas personas que le gusta analizar cada detalle de lo que paso, de lo que se
dijo y hasta de lo que no. Me gusta ver las posibilidades de todo y muchas
veces se me ha plantado en la cabeza el tema del PASADO. Como cualquier persona común, he tenido las ganas de
corregirlo, cambiarlo, de hasta volver a vivirlo nuevamente en el presente para
ver si se puede lograr algo, hasta que luego de darme unas cuantos golpes
contra la pared, decidí dejar de intentarlo y por un tiempo nunca mas volví a
pensar en eso. Hoy, sin querer de la nada vuelve a mí la pregunta “¿Y los ex?
¿Qué son para vos?”
Puedo decir que ya no es común en mi esa constante necesidad de mirar hacia atrás
todo el tiempo para vivir analizando lo que paso y el que pasaría si hiciera
tal y tal cosa. No sé si se trata exclusivamente de madurar, crecer como
persona, o simplemente cambiar... Se trata más que todo de aceptar. Aceptar que
las cosas que sucedieron, se dieron así porque si y quizá hoy las haría diferente pero una maquina con botón de rebobinar
no tengo, y chau. Aceptar que por algo paso, y por sobre todas las cosas: POR
ALGO TERMINO.
Simplemente me he dicho a mi misma "Rocilda, hay
millones de personas en el mundo, y quién sabe cuántos amores de tu vida de
todo tipo podrás encontrar entre todos ellos... ¿Qué necesidad tenes de
corregir o de intentar cambiar a alguien, o una relación cuando sabes que es
algo casi imposible?”
Llega un punto en el que te cansas; - así como te empachas
de tanto comer la misma comida- el mirar a atrás e intentar volver al presente ya no es algo divertido.
¿Para qué meter el dedo en la yaga? ¿Para qué volver a recordar el por qué es
que no sigue caminando a nuestro lado esa persona? También está el tema del
querer... Si, lo/a queres ¿Y? eso no cambia nada. A veces el querer lamentablemente, no sirve
para nada. Lo queres por los momentos vividos, por las situaciones que supieron
sobrellevar, por las veces que te tomo la mano, los besos dados, y hasta por
las veces que te escucho en tus momentos pelotudos, pero en fin… hubo algo que fallo.
El asunto es pensar ¿Que falló? ¿Se puede arreglar? ¿La
otra persona también quiere arreglar esa falla? ¿Estás dispuesto a cambiar para
arreglar esa falla?, ¿Y esa persona también está dispuesta? ¿Y antes por qué no
lo estuviste?
Es bueno para uno mismo pensar, recordar, darse cuenta de
los errores tanto de uno mismo como del otro y admitirlos. Pero lo más bueno es
que al llegar a la conclusión de todo decir "Que bueno, mira vos... lo voy
a tener en cuenta para no meter la pata la próxima vez que conozca a alguien que
me guste y realmente valore. Y también para que la próxima vez, no me
pisoteen"
Simplemente
es necesario no solo darse cuenta de que todo termino, sino que también ACEPTARLO.
Para poder decir “Que tengas una buena vida”… y seguir con la tuya.
Rocilda.Z.
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